Las montañas de Cariblanco es uno de esos lugares que son el combo perfecto, dentro del GAM, se camina poquito, tiene unas vistas increíbles, tiene área para picniquear, se pueden llevar perros, tiene una catarata lindísima y una zona con pozas para chapotear. ¡No lo piense más y sáquese a pasear a Santa Ana!
¿Cómo llegar?
Se sube hacia Matinilla 800m sureste de la Iglesia de Matinilla, camino a Bebedero.
Waze: Waze Montañas de Cariblanco
Distancia: 4 km Total
Dificultad: Moderada. Es cortito pero con buena pendiente y la última parte es un poco técnica.
Accesibilidad: No es accesible
¿Qué llevar?
Ropa cómoda para caminar, tenis de trail o botas de hiking, protección solar, repelente contra insectos, protección solar, snacks, agua, ropa de cambio y excelente actitud.
Vehículo: Automóvil
Parqueo: Si
Mascotas: Si, deben andar con correa en el área de parqueo y picnic.
Camping: No
Horario: Sábados y Domingos de 7:00 am – 3:00 pm
Contacto: 8843 9376 – montanascariblanco@gmail.com. Llamar o escribir a reservar.
Costo: ¢3 000 por persona
*IMPORTANTE: Está prohibido meterse a la catarata porque hay una toma de agua del AYA más abajo.
Desde hace mucho teníamos vista esta finca porque pasábamos en bici y veíamos como le iban metiendo poco a poco cariño, senderos, rótulos pero no sabíamos si iban a abrirla al público. Hasta que nos llegó el cuento y decidimos ir a conocer.
Salimos un domingo tipo 8:30 de Santa Ana con todos los perros, pasamos Salitral, Matinilla hasta llegar a la finca. Aquí nos recibió una muchacha súper amable que nos explicó que era un único sendero, es decir uno va y viene por el mismo sendero y que está bien rotulado, no hay donde perderse.
Empezamos a caminar y conforme ibamos subiendo, nos íbamos sorprendiendo, uno camina entre cafetales con una vistas chívisimas, después entra a un bosquecito donde se camina a la par del río con ese sonido que siempre es tan rico de escuchar.
Hicimos un par de paradas técnicas porque nos encontramos un árbol de níspero, así que nos las ingeniamos para bajar los racimos más maduros y comer esa delicia de frutita. Después nos encontramos un palo de cas y repetimos la hazaña.
Después de 2 km se empieza a bajar, aquí es donde de pone un poquito más técnico, hay que bajar con cuidado agarrándose de los cables que pusieron para esto mismo y ahí se llega a esa catarata que era más grande de lo que esperábamos. No nos metimos porque hay un rotulo que dice que no se permite porque con esa agua se alimentan unos tanques del AYA, pero más abajo sí hay unas pozas donde si uno quiere refrescarse puede meterse.
Después de estar bastante rato disfrutando de ese oasis y tomar varias fotos y videos, nos devolvimos.