Una jungla paradisíaca a menos de 2 horas de San José, con facilísimo acceso. Además posee una catarata y una poza ideal para refrescarse del calorcito del caribe
¿Cómo llegar?
Ir en dirección a la Virgen de Sarapiquí por Vara Blanca o por la Ruta 32. Nosotros llegamos por la 32.
Con Waze
¿Qué llevar?Ropa fresca, traje de baño, paño, repelente contra insectos, bloqueador solar, comida para compartir un picnic y ganas de mojarse.
Vehículo:Automóvil
Parqueo:Sí
Mascotas:Sí
Camping:No
Contacto:
Propietario Carlos Quesada: 8583-2673 o 8455-9714
Costo:¢3000 por persona
Salimos por la mañana tempranito hacia Sarapiquí, pasamos comprando alguito de picar y llegamos a la propiedad donde había un pequeño rótulo de la Catarata a mano derecha. Ahí dejamos el carro y nos apeamos para alistar chunches mientras hablábamos con el dueño.
El clima no era favorable, pues estaba nublado y fuertísimas posibilidades de baldazo. Igualmente nos pusimos a caminar. El trayecto es por un camino bien marcado y columpiado, no hay posibilidad de perderse, aún así nuestras amigas Glori y Karla se adelantaron y entre tanto chiste no vieron la evidente entrada a la catarata a mano derecha…lo que nos atrasó un toque pegando gritos para encontrarlas.
Tavo y yo llegamos primero a la catarata. El río tiene un caudal bastante fuerte, y aún más el día que fuimos porque estaba un poco crecido, por eso preferimos ver los toros desde la baranda. Luego de estar aquí, fuimos por el par de perdidas y bajamos de nuevo a la catarata para tomarnos unas fotos y disfrutar el momento.
Después de aquí volvimos a subir y fuimos a la parte superior de la catarata a ver todo, al rato empezó el baldazo así que nos devolvimos al carro. Es primera vez que no nos metemos en un río/poza pero es importante evitar los problemas y no meterse a ríos caudalosos especialmente cuando se sabe que ha llovido tanto.
Nos montamos al carro para ir en busca de donde almorzar.