Nos fuimos a Colonia Virgen del Socorro a meternos en un bosque chivísima donde vimos montones de huellas de Dantas y llegamos a una catarata con una poza deliciosa.
¿Cómo llegar?
Hay que irse por Vara Blanca camino a cataratas de la paz y de ahí seguir hacia Colonia Virgen del Socorro en San Miguel de Sarapiquí.
Dirección: https://goo.gl/maps/Z5wczTgK6Nq
Distancia: 5 km Total
Dificultad: Moderado
Accesibilidad: No es accesible
¿Qué llevar?
Ropa cómoda para caminar, tenis de trail, jacket impermeable, traje de baño, paño, mucho repelente, bloqueador solar, ropa para cambiarse y excelente actitud
Vehículo: 4×4
Parqueo: Si
Mascotas: No
Contacto: Jose 8820-2160
Costo: $15 Caminata con guía y almuerzo
Nos fuimos con los ganadores de la rifa que hicimos con Tosh a un lugar nuevo que se llama Colonia Virgen en Sarapiquí, es medio confuso porque según nos explicó don José está en el puro límite entre Heredia y Alajuela.
Llegamos al lugar, nos alistamos con los chunches necesarios y empezamos la caminata. Es un bosque muy muy chiva de esos que se ven bastante vírgen, de camino vimos muchísimas huellas de Danta (o sea que si uno va a un día con calma de fijo ve alguna), empezamos a escuchar un ruido de algún animal avisando a sus amigos que había gente y después de buscar entre las ramas nos dimos cuenta que era unos monos cariblancos. Don José nos dijo que nos alejáramos, o sea que no estuviéramos debajo de ellos porque a veces les da por tirar cosas para defender su territorio.
Siguiendo un poco más vimos la primera caída de agua, es una catarata pequeñita pero fotogénica, después seguimos un poco más hasta llegar a un río súper chiva, de agua cristalina, ahí había que ir al lado del río entre piedras, arena y trillo hasta subir a la catarata El Altar, una catarata mediana metida entre piedras y árboles, de verdad, lo rico es que tenía buena poza entonces nos metimos. El agua estaba fría temperatura apenas para hacernos sentir vivos y refrescarnos, estuvimos como 40 minutos chapoteando, ahí Don José tiene una flotadores para los que no saben nadar porque él tampoco sabía así que todos pueden meterse y después de un rato estábamos listos para devolvernos.
Cuando volvimos al albergue, nos pusimos ropa limpia y seca mientras el olor a comida nos puso las tripas a mover; nos estaban esperando con un almuercito de esos deliciosos tipo casado hecho con amor! estuvo increíble así que panza llena corazón contento, nos devolvimos felices para chepe.