Ruta del Agua - Cerros de Escazú
Parece un mentira que sin salir de San José nos topemos con lugares tan chuzos. Esto lo comprobamos en el ride que nos pegamos a las montañas de Escazú, donde luego de unas vistas del valle tremendas descubrimos una cascada en medio de un bosque casi encantado.
¿Cómo llegar? De la iglesia de San Antonio de Escazú, 300 m al este , después del restaurante El Boyero dobla a la derecha y ahí sube como 2km, pasa la entrada del hotel Pico Blanco, luego pasa los filtros del AyA , de ahí 300 m más y dobla a la izquierda en la primera entrada de lastre. Ahí se mete 200 m, portón azul a la derecha.
¿Qué llevar? 1 litro de hidratante, snacks, ropa cómoda, traje de baño, paño, gorra, tenis de trail, jacket corta viento, bloqueador solar, repelente contra insectos y excelente actitud para caminar.
Distancia: Circuito de 10km
Dificultad: Alta
Vehículo: Automóvil
Parqueo: Si
Mascotas: Si
Camping: No
Contacto: www.facebook.com/elbrujotours/
Costo: Caminata por las montañas de Escazú: Entre ¢6000 y ¢8000 dependiendo la cantidad de personas. (Incluye: parqueo*, guías bilingües, merienda)
Almuerzo: ¢5000 Deliciosa comida vegetariana, con productos en su mayoría orgánicos y locales.
Tour de Finca de Permacultura: ¢5000 Tour vivencial de técnicas para vivir en armonía con la naturaleza, lograr autosostenibilidad alimentaria, crear redes comunales y aplicar la permacultura como estilo de vida.
Taller de Mascarada: ¢4000 Visita a Don Gerardo Montoya, mascarero tradicional quien nos comparte su arte, historias y leyendas de Escazú mientras se degusta de un refrescante vaso de chicha que él mismo produce, para finalizar bailando los payasos al son de la cimarrona.
*Estos precios son basados en un grupo de 2 a 4 personas. De 5 personas en adelante los precios bajan.
Para este paseo nos convocó Oscar, este chavalazo se había ganado un concurso para ir de paseo con nosotros a Cerro Pelado donde lo conocimos y resultó ser que el maje es un vikingo de Escazú que se conoce todo de arriba abajo, y fue así como se empoderó y armó con un compa un proyecto de turismo local en su querido pueblo.
Entonces llegamos con todo y perros como a las 8 am (hora tica) a la finca de permacultura donde dejaríamos los carros. Sin mucho hablar nos pusimos a caminar por la calle cuesta arriba unos 10 minutos hasta llegar al puente del río Agres, aquí nos metimos por un potrero pringado de grandes piedras que se convirtió lueguito en sendero al lado del río, y bajo la sombra de los árboles.
El camino no es muy complicado, hasta que en un letrero que dice Cruz de Alajuelita nos desviamos del camino, atravesando un potrero empinadísimo. Básicamente se suben 100 m verticales en unos 200 metros de zigzagueo por el charral hasta llegar a una calle angosta. Aquí, continuamos por el camino hasta cruzar el famoso río Londres (mentira, no es tan famoso…) donde seguimos subiendo por un camino de piedra bastante intenso que terminó en un potrero RA JA DO… aquí con un pulmón en la mano nos tiramos al zacatico para esperar al resto del grupo y comernos un guche de pesto con queso maduro, tremendo, de verdad estaba delicioso y sabía mejor al saber que cada ingrediente es producto local de Escazú.
Luego de vegetar en el potrero de vistada rajada empezó la bajada, donde un cartón hubiera sido de gran utilidad aunque posiblemente de un final fatal porque era bien parado. Esta bajadota nos llevó río arriba de donde empezamos la caminata, solo que con una sorpresa un poco muy paradisíaca que fue una catarata chivísima. La catarata es de esas que nos cuadran, de las que no necesitan nombre y que su belleza habla por sí solita.
Aquí hicimos dos cosas que eran simplemente inevitables: #1 quitarnos los bultos y #2 echarnos al agua a refrescarnos un rato. El agua estaba realmente fría pero la belleza del lugar nos motivó a meternos ese rato y aguantar frío.
Cuando recogimos el chunchero, nos devolvimos por el sendero al lado del del río hasta llegar de nuevo al potrero donde comenzamos. El baldazo nos cayó casi llegando, así que pegamos carrera hasta la finca.
En la finca de permacultura nos recibió una pareja super buen ride que gracias a Yisus nos dieron el almuerzo más sano que nos hemos comido en un paseo, con fuerte arroz, ensalada, vegetales, garbanzos, elote y lo mejor de todo es que es plantado por ellos o es de productores locales, además que estaba sabroso.
Después de comer fuimos a dar una vuelta a la finca, explicando brevemente sobre lo que es permacultura y sus prácticas que son realmente ejemplares. Ahí nos contaron sobre talleres de sensibilización en la naturaleza, clases de yoga y varas que elevan esa conexión humano-planeta muy adecuada para la época en la que vivimos.
Como zarpe pasamos a la casa de un señor llamado Gerardo, quien sigue la tradición de su abuelo haciendo máscaradas de gigantas y todas con historias peculiares. Entre unos tragos de deliciosa chicha casera, nos contó que él brinda talleres prácticos llenos de historia para seguir la tradición pasándola a gente como nosotros y ustedes. Al final cerramos con un bailongo uniformados de gigantas y el diablillo como si estuviéramos en pleno turno.
Después de un paseo tan auténtico como este, tan lleno de costumbres y naturaleza uno queda con ganas de volver y conocer más estos laberintos de la zona montañosa de Escazú.
FECHA DEL PASEO - Setiembre 2016
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