ROATAN - HONDURAS
A comienzos de este año decidimos escaparnos a esta exótica isla caribeña, con la misma actitud exploradora que llevamos a otros rincones del mundo. Aquí encontramos un paraíso lleno de aventuras marinas, atardeceres de postal y precios accesibles. Un destino que lo tiene todo sin romper la billetera.
📌 Especificaciones
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¿Cómo llegar?
Avión ✈️. Nosotros fuimos con Avianca haciendo una pequeña escala en El Salvador. -
Costo estimado
- ✈️ Tiquete avión: $515
- 🏨 Hospedaje: $30 - $40 por noche
- 🤿 Buceo: $40 por tanque
- 🐠 Snorkel: $15 por hora
- 🛵 Scooter x 24h: $30
- 🚤 Taxi lancha a West End: $3
- 🍽 Comida: entre $6 - $10
- 🍺 Cerveza: $0,40 en el súper
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¿Qué llevar?
Ropa fresca, traje de baño, repelente, bloqueador solar y ganas de explorar. -
Hospedaje recomendado
West Bay, por su cercanía a la playa y variedad de hoteles y casas. -
Clima
Soleado, cálido y playero todo el año ☀️
Roatán es una isla paradisíaca ubicada a solo 30 millas del litoral hondureño, famosa por su increíble vida marina y sus playas de arena blanca. Desde el momento que aterrizamos, nos atrapó con su vibra relajada, su gente amable y la promesa de aventura.
Llegamos con vuelo directo haciendo escala en El Salvador, y lo primero que hicimos fue pasar por el supermercado: ¡nos volvió locos lo barato que era todo! Gastamos apenas $30 por persona para toda la semana. Luego, el taxi nos llevó directo a nuestra casa en West Bay.
West Bay es la joya de la isla: aguas cristalinas, arenas blancas, restaurantes, bares y centros de buceo justo frente al mar. El buceo fue un sueño — arrecifes vivos, tortugas, cardúmenes por doquier — y lo mejor: los puntos de inmersión están cerca, así que se aprovecha cada minuto.
Uno de los días más intensos fue cuando alquilamos scooters y nos lanzamos a explorar la isla. Almorzamos en Punta Gorda, donde comimos en un restaurante rústico sobre pilotes. ¡Fue una delicia, aunque el viaje de ida estuvo intenso! Pero valió cada segundo.
También hicimos kayak y snorkel en West Bay. Caminás hacia la punta y te topás con una pared de coral perfecta para nadar con máscara y tubo. Vimos más peces ahí que en los buceos. El agua era tan clara que parecía piscina, incluso nublado.
El día que cayó tormenta decidimos no bucear, pero aún así fuimos a remar en kayak como unos valientes — fuimos los únicos en el mar. Roatán tiene esa magia que no te deja aburrirte nunca.