Piedra del Minero – Aserrí ⛏️🌄
Las montañas del sur de San José guardan secretos espectaculares, y la Piedra del Minero es uno de ellos. Este paseo combina historia, aventura y vistas espectaculares, ideal para quienes disfrutan de explorar senderos poco conocidos rodeados de naturaleza pura.
🗺️ ¿Cómo llegar?
📍 Desde la terminal de buses de Poás de Aserrí, subí 4 km hasta el río Poás. Luego seguí por calle de lastre (preferiblemente 4x4) 1 km y doblá a la derecha en calle Vigas, subí 400 m hasta llegar a la finca.
📋 Especificaciones
Vehículo
Todo vehículo, preferiblemente alto. Si vas en carro bajo, podés dejarlo más abajo antes de llegar a la finca.
¿Parqueo?
Sí
Mascotas
Sí 🐕
¿Qué llevar?
Ropa cómoda, zapatos de senderismo, jacket impermeable, agua, snacks, y cámara para capturar la vista 😍
Distancia total
5 km (2.5 km ida + 2.5 km vuelta)
Dificultad
Media. El terreno es quebrado, con algunas partes empinadas.
Tiempo estimado
4 horas aprox.
Costo
₡10,000 por persona (incluye desayuno o almuerzo)
Camping
₡2,000 por persona la noche
Contacto
📲 Allan: 7107-6435
🥾 Nuestra experiencia
Para este paseo, nos contactó Allan, un amante de la montaña que vive en el corazón del bosque. Llegar fue bastante sencillo, salvo los últimos 100 metros que estaban algo feos, pero nada imposible.
Al llegar nos esperaba un rancho tipo salón de fiestas, y para arrancar con todo, nos recibieron con un tamalito mañanero de esos que llenan el alma. 😋 Luego de compartir un rato con la familia de Allan, salimos a “bajar el tamal” con una caminata.
Elegimos la ruta hacia la famosa Piedra del Minero, un trayecto de 5 km que baja por el filo de la montaña entre fincas, con paisajes de ensueño. Al llegar, nos encontramos una piedra enorme con una historia muy particular: para alcanzar la cima con la mejor vista, había que cruzar un tronco-puente que conectaba dos piedras... solo para valientes. Tavo y Glori se animaron, yo me quedé abajo “por seguridad” (llámese miedo...).
Mientras ellos disfrutaban del mirador, yo exploré una cueva bajo la piedra. Aquí se pueden ver las marcas de antiguos intentos de minería artesanal, donde buscaban oro. Nos explicaron que en la zona hay piedras con betas doradas, aunque la mayoría es “oro de tontos” (pirita).
Después del mini exploratorio, hicimos un picnic con snacks y nos preparamos para el regreso, que era cuesta arriba y con pinta de aguacero. Justo a tiempo llegamos al rancho cuando empezó a llover con ganas. Y como broche de oro, nos esperaba un almuerzo típico con arroz con pollo y frijoles molidos hecho con amor por la mamá de Allan. 💚
Este lugar es de esos que te sorprenden sin necesidad de estar lejos. Ideal para desconectarse y descubrir las riquezas escondidas en las montañas josefinas.
📅 Fecha del paseo: Junio 2016