Piedra de Fuego – Esparza, Puntarenas
🔥 Una finca para sudar, pedalear, caminar… y disfrutarla a lo QueBuenLugar
En Esparza hay una propiedad que está on fire, no solo de temperatura sino también en actividades chivísimas al aire libre, les hablo de Piedra de Fuego. Esta finca de 550 hectáreas ha estado protegida por una familia por más de 20 años, y ahora está abierta al público para realizar hiking, trail running y mountain bike. ¡Lo mejor de todo es que puede llevar hasta su perro!
📍 Información útil
¿Cómo llegar?
200 metros este del restaurante Bichos en Paraíso, Esparza, Puntarenas.
🚗 Vehículo: ¡Todos llegan perfecto!
💵 Costo: ₡3000 nacionales / $10 extranjeros
📞 Teléfono: 8433-3166 (Diego)
🕐 Horario: Viernes a domingo, de 6:00 a.m. a 4:00 p.m.
Otros días solo con reserva para grupos de mínimo 10 personas.
🥾 ¿Qué llevar?
– Mínimo 1 litro de hidratante
– Snacks y frutas
– Ropa deportiva fresca
– Repelente, bloqueador solar
– Cámara, gorra y gafas de sol
🍎 Comida:
Snacks, botella de hidratante y opción de eco desayuno por encargo.
📏 Distancia: 10 km
⏱ Tiempo: 3 h caminando / 1.5 h en bici
🧭 Dificultad: Moderada – Guarde energía para el final que es lo más durillo.
🅿 Parqueo: Sí
🌳 Nuestra experiencia
Nos enrumbamos al carro como a las 8:30 a.m. para nuestra siguiente aventura en Esparza. En poco más de una hora llegamos a Piedra de Fuego. La propiedad se ubica al lado derecho de la calle y tiene un montón de árboles de mango que hacen sombra perfecta para parquear, pero ojo con los mangos que están por caer… no querés un souvenir incrustado en el parabrisas.
Después de parquear y preparar la hidratación, uno de los dueños nos recibió con la mejor vibra para explicarnos la ruta y darnos tips. El sendero comienza con una colinita entre zacatal y luego baja al bosque bajo la sombra. Está muy bien marcado y mantenido. Seguimos bajando hasta una quebrada lindísima donde nos sentamos a comer mangos del parqueo.
Luego el camino se vuelve plano al lado del río Barranca, con brisa rica que nos dio justo la energía para empezar a subir. A los 45 minutos hicimos parada obligada en una piedra gigante con raíces por todas partes. ¡Allí nos pusimos 4 capas de repelente porque los zancudos estaban en huelga! Karlita se cayó desde dos metros intentando treparla, nos comimos unos snacks y seguimos.
La subida final fue una prueba, pero logramos llegar al parqueo. Diego y su mamá (dueña y administradora) nos recibieron con fruta fresca y agua fría. ¡Justo lo que necesitábamos después de la tremenda volada de pata! Nos bañamos y nos alistamos para volver a San José, felices de cerrar otra vuelta épica con sello QueBuenLugar.