💦 Las Pilas de Parrita – Puntarenas
Escondidas entre árboles y potreros, las Pilas de Parrita son un pequeño secreto refrescante en el Playón de Parrita. Tres pozas naturales con agua clarita, piedra para tirarse y un ambiente relajado que te hará querer quedarte horas. ¡Ideal para escapar del calor del Pacífico Central! 🌴☀️
📍 ¿Cómo llegar?
- Ubicación: Playón de Parrita, Pacífico Central
- Con Waze: Las Pilas de Parrita
🧭 Especificaciones
- Distancia: 3 km total 🥾
- Dificultad: Fácil ✅
- Vehículo: Automóvil 🚗
- Parqueo: Sí 🅿️
- Mascotas: Sí 🐕
- Camping: No 🛑
- Accesibilidad: No ♿
- Costo: ₡3000 para nacionales 💵
🎒 ¿Qué llevar?
Tenis 👟, vestido de baño 🩱, bloqueador 🧴, paño, agua 💧, ropa cómoda y algo rico para comer 🍱. ¡Y muchas ganas de pegarse un buen chapuzón!
🌿 Nuestra experiencia
Desde hace tiempo habíamos oído rumores de unas pozas escondidas en Parrita, así que un día nos fuimos a buscarlas. Salimos temprano y pasamos a desayunar en Soda Guácimo, justo después de Tárcoles. Excelente para empezar el día con energía. 🍽️
Seguimos la ruta hasta Playón de Parrita, y al ver el rótulo de "Catarata", preguntamos en una casa cercana cómo entrar. Ahí mismo se paga la entrada y se puede parquear el carro. De ahí, empieza una caminata tranquila entre potreros, saludando vacas 🐄 y esquivando uno que otro charco, hasta que llegamos al río.
El calor era bravo, así que apenas llegamos ya estábamos listos para el agua. Aún no empezaban las lluvias, por lo que el caudal estaba perfecto. A mano izquierda, un senderito a la par del río lleva hasta las tres pozas naturales. Dos de ellas son bastante profundas y rodeadas de piedras perfectas para brincar, tirarse de clavado, hacer piruetas o simplemente sentarse a mojar los pies.
Había unos locales que eran unos cracks haciendo trucos desde las piedras y, como era de esperarse, nos motivaron a tirarnos también. ¡Se armó el vacilón! 🤸♂️💦
😱 El susto del drone
Estábamos estrenando el drone y Tavo se puso a volarlo. Todo iba bien hasta que, de pronto, dejó de obedecer. Empezó a estrellarse contra las ramas y justo debajo estaban las pozas. Tavo me gritaba que lo atrapara, pero era imposible. Por dicha, el aparato decidió aterrizar solito y cayó de puro chiripón en una montañita, sano y salvo. Solo tenía un par de raspones en las hélices. ¡Lección aprendida! 😂
Después del susto nos metimos al agua para relajarnos, especialmente en la segunda poza (de arriba hacia abajo), que es la más profunda y desde donde todo el mundo se lanza. Nos quedamos ahí rato largo, disfrutando del sol, del agua fresca y de las piedras como si fueran sillones. 🪨🧘
Conforme fue pasando el tiempo, empezó a llegar más gente. Como el lugar es amplio, no molestaba, hasta que llegó un bus lleno de extranjeros… y bueno, ya no había tanta paz. 😅 Por eso, lo mejor es llegar temprano y aprovechar lo mejor del lugar sin multitudes.
Después de pasarla buenísimo, recogimos los chunches, pasamos a almorzar por Jacó y luego de vuelta a casa con la batería social recargada y el cuerpo bien refrescado. ¡Pilas recomendadas! 🙌