🍃 La Marta – Naturaleza para todos los niveles en Cartago

La Marta es un refugio que demuestra cómo una finca puede transformarse en un bosque rebosante de vida. Con ríos cristalinos, pozas para chapotear, senderos bien marcados y ruinas históricas, es ideal para los vikingos empedernidos como para quienes apenas salen de la rutina. Un lugar que inspira a conservar y disfrutar 💚

📍 ¿Cómo llegar?

Tomás carretera hacia el valle de Orosí desde Cartaguito, seguís hacia Tucurrique pasando por el pueblo de Pejibaye. Desde ahí seguís los rótulos hasta la entrada del Refugio de Vida Silvestre La Marta.

🗺️ Con Waze

🧭 Especificaciones

🚗 Vehículo

Automóvil (no se necesita 4x4)

🅿️ Parqueo

Sí

🐾 Mascotas

No

⛺ Camping

Sí, también ofrecen cabañas y albergue

♿ Accesibilidad

Limitada

🥾 Senderos

17 km en total, con rutas de diversas intensidades

⛰️ Dificultad

Fácil (hay senderos para todos los gustos)

💰 Costo

• Entrada general: ₡1750
• Niños menores de 11 años: ₡1250
• Camping: ₡4000 por persona/noche
• Cabaña: ₡5000 por persona/noche
• Albergue: ₡10000 por persona/noche

📞 Contacto

📞 2542-0350
📱 8913-8691
📧 info@lamarta.org

🎒 ¿Qué llevar?

Ropa cómoda, tenis de trail, jacket impermeable o poncho, traje de baño, paño, repelente, snacks o comida para picnic y actitud exploradora 🧭🦎

🌿 Nuestra experiencia: de finca a bosque lleno de vida

Salimos como a las 7:00 a.m. desde San José con destino al Refugio La Marta. De camino pasamos por la represa de Cachí, donde se asomaban ventas de elotes, chorreadas y cafecito… pero resistimos la tentación y seguimos directo hacia Pejibaye.

El recorrido es tan bonito que uno ni siente el tiempo. En cuanto llegamos al refugio, nos recibió un señor súper buena nota que nos explicó un poco del lugar y todo lo que se puede hacer. Hay camping, cabañas y ranchos para picnic —todo muy bien cuidado.

🎒 Alistamos los chunches y comenzamos la caminata. El sendero va acompañado de dos ríos: La Marta y Gato, ambos hermosos, rodeados por un bosque tropical que se siente salvaje y auténtico. Lo más chiva de este lugar es su historia: antes era una finca agropecuaria y ahora es un ejemplo de conservación, colindando incluso con el Parque Nacional Tapantí.

En el recorrido pasamos por las ruinas de lo que fue la finca, incluyendo unas pailas enormes donde antes se secaba café. También exploramos algunos de los 17 km de senderos —no nos dio tiempo de hacerlos todos, pero lo que caminamos lo disfrutamos al máximo 🌳💧

Tavo fue el único valiente que se metió al río (que, según él, estaba riquísimo), pero todos aprovechamos para hacer una parada técnica junto al agua. Ahí sacamos el drone, hicimos tomas y armamos nuestro picnic sobre una piedra grande —nuestra versión de lujo tropical 😄

De regreso, nos cambiamos en el carro y cerramos con broche de oro: un almuerzo en Bar Restaurante Las Chalupas que está cerca y que vale la pena para matar el antojo post-aventura.

✨ Lo más tuanis de La Marta es que cada quien hace su propio paseo. Hay opciones fáciles, difíciles, largas o cortas, pozas tranquilas y caminos retadores. Solo hace falta explorar con calma, observar con atención y dejarse sorprender por la belleza que brota en cada rincón.