Cruz de Alajuelita & Cerro Cedral – Un amanecer épico en las montañas de Escazú 🌄🥾🔥
¿Se imaginan amanecer entre las montañas con la mejor vista del Valle Central y todos sus volcanes al fondo? Pues eso fue exactamente lo que vivimos en esta caminata increíble con los compas de Brujo Tours: una travesía intensa, llena de vistas alucinantes, energía pura y un sanguche que no se olvida nunca.
🧭 ¿Cómo llegar?
Desde la iglesia de San Antonio de Escazú, son 300 m al este. Luego del restaurante El Boyero, doblás a la derecha y subís 2 km. Pasás la entrada del Hotel Pico Blanco, luego los filtros del AyA, y unos 300 m después doblás a la izquierda por la primera entrada de lastre. Te metés 200 m y a mano derecha está el portón azul, base de El Brujo Tours.
📌 Especificaciones
- Distancia: 15 km
- Dificultad: Alta
- Vehículo: Automóvil
- Parqueo: Sí
- Mascotas: Sí
- Camping: No
- Costo: ¢12,000 (incluye merienda)
- Contacto: El Brujo Tours en Facebook
🎒 ¿Qué llevar?
1 litro de hidratante, snacks, ropa cómoda, gorra, tenis de trail, jacket corta viento, bloqueador solar, repelente y mucha actitud 💪.
🌄 Nuestra experiencia: una caminata brutal con recompensa emocional
Nos fuimos a las 6 am a la base de El Brujo Tours, estiramos en un potrero divino mientras nos contaban el plan del día. El arranque fue directo al grano: primero atravesamos potreros hasta una calle de tierra que conecta con Alajuelita. Aunque hay camino para 4x4 y motos, nosotros tomamos un sendero más directo y natural, que sube por tres cruces pequeñas hasta llegar a la gran Cruz de Alajuelita.
Y qué vista... simplemente rajado. Todo el Valle Central a nuestros pies, desde la cordillera hasta ¡el Arenal! Un panorama tan majestuoso que te hace sentir como si volaras. Ahí hicimos una pausa para el snack y seguimos hacia el Cerro Cedral, el segundo punto más alto de los cerros de Escazú.
La conexión entre la Cruz y Cedral es una de las partes más lindas del recorrido: bajadas suaves con vistas a Pico Blanco de un lado, y al Irazú del otro. Pero como todo lo bueno, la bajada se acaba y empieza de nuevo el ascenso.
El Cedral se reconoce fácil por sus antenas, y aunque no se puede llegar directo a la cima (hay portones), la caminata hasta el punto más alto posible es desafiante y gratificante. Como ahí no hay mucha vista, decidimos seguir bajando en busca del spot perfecto para almorzar.
🥪 Potrero de ensueño + comida gloriosa
A los 30 minutos de bajada llegamos a un potrero simplemente celestial. Ahí nos dieron el legendario sanguche de El Brujo: pan fresco, queso maduro, pesto casero... una locura. Lo acompañamos con agua dulce con jengibre y después, cayó una siesta de esas que no se negocian. Pura felicidad.
Luego de reponer fuerzas, seguimos bajando rumbo al río Agres, parte de la conocida Ruta del Agua. Esta última parte de la bajada fue ruda: empinada, resbalosa, exigente para las rodillas… así que si tienen bastón, tráiganlo. Pero valió cada paso.