Cerro Yarcazú – Puriscal 🌿⛰️
Si buscás una caminata retadora en un lugar poco explorado, Cerro Yarcazú en el Parque Nacional La Cangreja es una joya escondida. Acá no solo conquistás una cima con vistas al Pacífico Central, también descubrís una comunidad que vive en armonía con la naturaleza y promueve la conservación con pasión.
🗺️ ¿Cómo llegar?
📍 Villas Mastatal EcoLodge - Waze
📋 Especificaciones
Vehículo
Preferiblemente carro alto, pero se puede llegar en automóvil.
¿Parqueo?
Sí
Hospedaje en Villas Mastatal
📞 Javier: 8890-1462
💰 ₡20,000 por persona por noche
✨ ¡Si decís que lo viste en Qué Buen Lugar, te sale en ₡15,000!
🥗 Incluye 3 comidas caseras y orgánicas.
Guía para la caminata
📞 Randall: 8443-4137
💰 ₡5,000 por persona
Mascotas
No 🙅♂️🐾
¿Qué llevar?
Ropa cómoda para caminar, jacket, traje de baño, paño, repelente, bloqueador solar, gorra, hidratación, snacks para picnic.
Distancia total
10 km (5 km ida + 5 km vuelta)
Dificultad
Alta. Caminata exigente, con humedad y tramos empinados.
🥾 Nuestra experiencia
Salimos un sábado por la tarde directo hacia Villas Mastatal, una finca orgánica increíble en las montañas de Puriscal. Ahí nos recibió Javier, quien nos sirvió una cena deliciosa cultivada en el mismo lugar. Este espacio tiene una vibra especial: lleno de vegetación, tranquilidad y gente de todo el mundo que llega como voluntaria para aprender sobre permacultura, sostenibilidad y conservación ambiental.
Al día siguiente madrugamos porque a las 5:00 a.m. ya teníamos que estar desayunados para arrancar la caminata. Nuestro guía Randall nos esperaba, junto con algunos voluntarios que se unieron a la aventura.
El sendero comienza en una finca privada, pasando por huertas y potreros antes de sumergirse en un bosque denso y húmedo, típico de la zona. El camino es desafiante, especialmente por la humedad y la pendiente, pero nada que unas buenas ganas no puedan conllevar.
Randall nos fue mostrando cada detalle de la flora y fauna como si fuera el patio de su casa. A mitad de camino, el ascenso se vuelve intenso, pero tras varios kilómetros, se llega a la cima… aunque esta vez nos tocó con neblina.
No nos desanimamos. Bajamos unos 500 metros hasta llegar a una loma pelada con vista despejada, donde nos acomodamos para hacer un picnic. Nuestra chef Glori preparó los famosos guches, mientras el cielo se abría poco a poco para mostrarnos una vistada de infarto hacia Parrita y Quepos.
Después de descansar y disfrutar el paisaje, comenzamos el regreso justo a tiempo para evitar el baldazo. De vuelta en Villas, nos esperaba un almuerzo casero delicioso, luego una siestica bien merecida y emprendimos el regreso a San José con el corazón lleno y la mente despejada.
Este paseo fue más que una caminata: fue una conexión con la tierra, con la comunidad y con nosotros mismos.
📅 Fecha del paseo: Junio 2016