🌿 Cascada Rana Roja: Un paraíso escondido en Platanillo

¿Busca una escapada mágica que lo desconecte del estrés y lo conecte con la naturaleza real? 🌿 La Cascada Rana Roja en Platanillo de Pérez Zeledón es ese lugar escondido que parece salido de un cuento: una catarata perfecta, pozas frescas, ranitas coloridas, comida a la leña y el calor de una familia anfitriona que lo hace sentir mejor que en casa. ¡Este rincón lo tiene todo! 💦🍃

📌 Información útil

🚗 ¿Cómo llegar?

Hay que llegar al pueblo de Platanillo de Pérez Zeledón, ya sea por la Costanera o por el Cerro de la Muerte. Desde ahí se sigue una ruta de lastre que cruza unos 3 puentes (incluyendo uno de hamaca muy emocionante) hasta llegar a la finca de don Marvin y su familia.

• Vehículo: Preferiblemente carro alto
• Parqueo: Sí
• Waze: Se coordina directo con los anfitriones

🎒 ¿Qué llevar?

Ropita fresca, traje de baño, paño, gorra, repelente, bloqueador solar, tenis, chanclas y excelente actitud. Si se quedan a dormir: linterna, cambio de ropa y saco de dormir ligero.

📏 Distancia y dificultad

• Distancia: 2 km total (varias secciones)
• Dificultad: Fácil

🐾 Extras

• Mascotas: Sí
• Camping: No, pero se puede dormir en la cabaña
• Hospedaje: Sí (ver más abajo)

💰 Costos

• Entrada: ¢2000 por persona
• Almuerzo: ¢5000 (¡incluye pesca de su tilapia!)
• Hospedaje: ¢25.000 por persona con comidas incluidas (máximo 5 personas)

📞 Contacto

• Jeffrey: 8302-7025
• Don Marvin: 8617-0449

🌊 Nuestra experiencia

El sábado madrugamos rumbo a Pérez Zeledón y luego bajamos hacia Dominical hasta llegar a Platanillo. Ahí nos esperaban Jeffrey y Andrés, quienes nos guiaron hasta su finca escondida entre montañas y ríos. El camino es todo una mini aventura: lastre, puentes de hamaca y mucha vegetación.

Apenas llegamos nos envolvió el olorcito de la cocina a leña. Conocimos a los papás de Jeffrey, una pareja encantadora que lleva este proyecto con mucho amor. Después de saludar y dejar los chunches, arrancamos a pie por potreros y bosque hasta llegar a la joya del lugar: la Catarata Rana Roja.

Es un muro natural cubierto de vegetación con varias caídas de agua, una poza refrescante y rincones para explorar. Por supuesto, nos deschingamos de una vez. El agua estaba divina, y nos dieron ganas de quedarnos ahí el resto del día.

Pero el bosque seguía llamándonos, así que tomamos un sendero hacia otra poza. En el camino vimos muchas ranitas —de esas pequeñas y coloridas que parecen de otro planeta— hasta llegar a un río más grande, con pozas de agua cristalina y más cascadas pequeñas rodeadas de vegetación exótica. Fue un baño de bosque en toda regla.

Ya con hambre regresamos a la finca donde nos esperaban para una experiencia chivísima: ¡pescar nuestra propia tilapia! Aunque suene fácil, duramos como 20 minutos para atrapar la nuestra 😅. Luego vimos cómo la preparaban en la cocina a leña… y qué delicia de almuerzo. Hasta el arroz estaba para chuparse los dedos. ¡Definitivamente la mejor tilapia que hemos probado!

La tarde la pasamos en las hamacas Ticket to the Moon, escuchando el río y viendo llover. Luego nos movimos a la cabaña donde íbamos a dormir y más tarde, para cerrar con broche de oro, nos sirvieron una cena con chuleta a la leña digna de Navidad. ¡Nos teletransportó!

El domingo en la mañana alistamos los chunches y nos despedimos con nostalgia. Más allá de ser un lugar bellísimo, Cascada Rana Roja representa un proyecto de turismo rural hecho con el corazón. Es el tipo de lugar que refleja a la gente que lo cuida: auténtica, amable y con pasión por su tierra. ❤️

BONUS: No se vayan sin pedir el almuerzo con tilapia. De verdad: la mejor que hemos probado.

📅 Fecha del paseo: Octubre 2016